diciembre 24, 2014

Lecturas navideñas



Hoy hablaré de lecturas para estos días y de la dicha que dan las palabras cuando vivimos en tinieblas. Sin importar si profesan alguna religión o las festividades que elijan celebrar, los cuentos y relatos que se han tejido en torno a la época son hermosos y han contribuido a la mística y el jolgorio que es característico del mes de diciembre.

En mi memoria de niña Navidad es un país lejano de recuerdos, una época de galletas, villancicos, familia que visitaba o visitábamos, un cúmulo de platillos que siempre tardaban demasiado tiempo y una magia dulzona de anticipación y regalos.

Recuerdo poco lo que pedí o recibí de Santa Claus (tradición más gringa que mexicana que mi abuelo nos heredó), pero no olvidaré jamás la cosquilla en las entrañas cuándo se apagaban las luces y yo intentaba con todas mis fuerzas discernir cualquier ruido que no fuera el refrigerador, la voz de mis padres o los rechinidos familiares de nuestro departamento, para tratar de escuchar el misterio. Creía sin creer del todo que alguien se acordaba de mí y me traía regalos, a la mañana o madrugada siguiente mi hermana, mi hermano y yo recorríamos el pasillo entre nuestros cuartos y la sala, con el estómago revuelto y emoción infantil. Los regalos eran sencillos y nos alegraban pero el gusto profundo surgía de todo lo que rodeaba esa mañana: las primeras posadas, el frío y las bufandas hasta la boca que mi mamá nos ponía tan apretadas que nos sabíamos cómo quitárnoslas, los encuentros y reencuentros, los abrazos, la comida, las canciones, las manualidades demasiado brillantes e inservibles que realizábamos en la escuela y por encima de todo las historias, lo que mis abuelos nos contaban, lo que mi papá y mi mamá recordaban, lo que inventaban los tíos y mis primos más grandes, lo que ahora yo trato de recrear para mi niña y mis niños.

No recuerdo libros en específico pero si adaptaciones del Cuento de Navidad de Dickens y relatos mezclados con costumbres y tradiciones de aquí y de allá. Hoy les comparto algunas lecturas que me parecen exquisitas con el fin de que la Navidad pierda el halo comercial que ahora la envuelve y recupere un poco el brillo de las historias que vale más que cualquier juguete.


Olivia celebra la Navidad / Ian Falconer / FCE.
Olivia sigue siendo Olivia, manda a todos en la casa, es impaciente y celebra las fechas entre ocurrencias y travesuras que a los niños los llenas de risa y anticipación.

Navidad en familia / Kestutis Kasparavicius /FCE
Un libro álbum con historias de cómo se celebra la Navidad en diversos lugares enmarcado en unas ilustraciones expresivas y llenas de detalles

El cuento de Auggie Wren/ Paul Auster ilustrado por ISOL /Lumen
Una historia de otras historias, que celebran y condenan las festividades navideñas.

Las cartas de Papa Noel / J. R. R. Tolkien /Minotauro
No sé cómo llegó este libro a mi librero y desconozco si se sigue publicando, pero al leerlo me di cuenta de que es una esas joyas que luego misteriosamente aparecen en casa. Es un libro ilustrado pero editado en 1983 así que carece de la estética de los libros álbum de los últimos años. Sin embargo transcribe las cartas que Tolkien escribió (e ilustró) para sus hijos durante más de veinte años, en el libro aparecen las cartas de 1925 a 1938.  Los textos son breves pero deliciosos porque cuentan las aventuras Papá Noel en el Polo Norte, junto con un Oso Polar que mete a todos en problemas y los duendes (que al estilo Tolkien, tienen su propio alfabeto) y al final son los que se encargan de escribir las cartas.

La Navidad en las montañas/ Ignacio Manuel Altamirano
Una novela costumbrista que da una idea de la época en la que fue escrita y acierta en la descripción de los espacios en los que sucede. No es mi favorita pero sé de muchos a los que les parece una buena lectura de Navidad.

La vendedora de fósforos / El soldadito de plomo /Andersen
Dos cuentos de los muchos que tiene Andersen que acontecen en escenarios navideños, son crudos y tristes porque se asemejan a la vida real, pero vale la pena contarlos y platicar de ellos con los niños.

Los elfos y el zapatero /Hermanos Grimm
Otro cuento clásico para niños más pequeños, lleno de misterio e ideas para aderezar la noche.

Cuento de Navidad / Ray Bradbury
Un cuento futurista, muy cortito pero sustancioso, que se acerca a algunas inquietudes triviales pero persistentes de papás y mamás durante las fechas.

Pues hasta aquí, felices fiestas y felices lecturas.
Nos leemos
cj


Los libros que menciono sin editorial los pueden leer en línea 

ILUSTRACION Carmen Lara

diciembre 19, 2014

Desalojan la biblioteca del Consejo Puebla de Lectura


Hoy a las 3:00 el Consejo Puebla de Lectura tendrá que entregar las instalaciones de un edificio que tuvo en comodato desde hace diez años, la Secretaría de Finanzas del estado considera que ya tuvieron suficiente y que la atención a más de 30 000 usuarios anualmente es una actividad poco redituable a la ciudadanía.


Desconozco las políticas públicas del estado pero conozco el esfuerzo y el enorme trabajo que el Consejo Puebla de Lectura realiza desde hace muchos años. El consejo es una organización civil sin ánimo de lucro, que se ha tomado en serio la formación de lectores impulsando la profesionalización de los mediadores a través de diplomados, congresos y un sin fin de actividades de capacitación, su bebeteca surgió en 2008 y desde entonces han trabajado incansablemente con papás, maestros, bebés y preescolares en prácticas de lectura en la primera infancia, además han consolidado espacios de lectura para jóvenes y adultos y han creado conciencia en muchos ciudadanos de la importancia que tiene la lectura en nuestro país.

Leo las notas sobre el desalojo con rabia e impotencia, con miedo al cierre de otros espacios de lectura, educación y cultura, envuelta en la violencia que sacude nuestro país sin posibilidad de ver la luz al final. ¿Hasta cuándo?, ¿hasta dónde?, ¿cómo seguimos adelante?, las preguntas explotan sin respuestas, se almacenan junto con los proyectos que pensaba posibles, se tambalean frente a las certezas y buscan las pocas gotas de esperanza que encuentro en mis entrañas.

No dejaré de creer en la lectura y de admirar a los guerreros de la educación y la cultura que a pesar de los golpes, de las estupideces y la ceguera del gobierno, recogen sus libros, sus logros, sus sueños y sus convicciones y buscan otro lugar para seguir luchando por este pobre país.

Les dejó aquí la liga a la página del Consejo Puebla de Lectura para que conozcan lo que hacen y apoyen el gran trabajo que realizan.

El lunes les compartiré una lista de libros y lecturas de Navidad para sacudir el tono gris que a ratos se apodera de este espacio.

Nos leemos, 
cj

diciembre 08, 2014

FIL (XXVIII) 43


Hoy comienza la resaca post-FIL se siente en las piernas el andar acumulado de días anteriores, en el cuerpo la lucha por compartir espacios abarrotados, pasillos estrechos inundados de otros y miradas deseosas y expectantes en medio de encuentros, charlas y hallazgos inesperados durante nueve días.

Pero la cruda más intensa se siente en el corazón y no tiene nada o tiene todo que ver con la literatura, porque la Feria fue un espacio de duelo, de lucha y de pérdida. En las presentaciones de libros y las charlas de autores se escuchó la voz de los ausentes, el reclamo a las autoridades, la lucha del pueblo que somos y que no queremos “superar” la ausencia.

En el Encuentro de Promotores de Lectura, Alberto Manguel mientras disertada sobre la necesidad de las bibliotecas personales para entender los actos importantes de nuestras vidas, dijo con fuerza y una voz indignada que esto era importante sobre todo ahora que estamos viviendo bajo la sombra de 43 fantasmas, las bibliotecas nos ayudan aunque no puedan salvarnos del dolor. En el mismo Encuentro Benito Taibo, hizo un llamado a no olvidar, exhortó a leer para liberarnos y a usar los libros como armas contra el estado, armas físicas e intelectuales. Daniel Cassany cambió el contenido original de su charla para ahondar en la necesidad de formar lectores críticos y competentes, para ver las prácticas lectoras que no se ven y descubrir mentiras que parecen verdades, todo enmarcado en la violencia y el cinismo de quiénes gobiernan.

Los 43 estuvieron presentes en el miedo de los granaderos que abarrotaban las inmediaciones de la expo, en los pasos firmes de los autores que asistieron a la marcha, en la valentía y el coraje de un grupo de jóvenes y adultos que se arriesgaron a un flashmob dentro de la feria, pronunciando cada nombre y aludiendo a la reflexión y a continuar la lucha. En la distribución de calcomanías, pins y separadores en los que se leía el número que tanto nos duele a todos 43.

Leer, pensar, reflexionar y actuar tiene que ser la moneda corriente en los tiempos que imperan, no podemos cejar en la lucha, la feria vino y se fue pero lo que escuchamos, lo que leímos y lo que vivimos tiene que resonar fuerte dentro de nosotros, porque las luchas se hacen de a pocos y de a todos, porque el miedo que nos paraliza y nos impulsa tiene que seguir acumulando energía de cualquier resquicio de vida que nos permita agarrar fuerza, como los libros, las ferias, la lucha, la voz de los adolescentes, los juegos de los niños y la complicidad de los que escriben.

Se fue una FIL sin precedentes, la FIL 43.

cj


noviembre 06, 2014

Biblioteca Humana

Hace unas semanas en la Biblioteca Vasconcelos en el Distrito Federal se llevó a cabo un evento de préstamos de acervos que tiene una particularidad sorprendente: los acervos son seres humanos.

La actividad se originó en Dinamarca y se ha realizado en diversos países de Europa desde hace catorce años, la idea es sencilla y poderosa: reunir a un grupo de individuos dispuestos a contar durante quince minutos su historia a cualquier persona que desee “leerlos”.

La primera vez que escuché al respecto fue en un pequeño video de Michèle Petit en el que ella contaba sobre la evolución de las bibliotecas, ahora comprendo a profundidad la idea gracias a que Daniel Goldin (director de la Vasconcelos y excelente amigo de Michèle) lo implementa sin dejar cabos sueltos y con ganas de que la experiencia se replique en todas las bibliotecas del país.

Les dejo el video que cuenta la experiencia de la Biblioteca Humana en la Vasconcelos a ver qué les parece.


cj