Cuando se trata de Literatura adaptada al Cine, siempre he
tenido la preferencia, casi supersticiosa, de
leer el libro antes de ver la película. A mi hijo mayor le procuré esa
costumbre, misma que lo incitó en la lectura de La travesía del viajero del alba, anticipadamente al estreno en las salas de cine. Cuando se llegó
el día de ver la susodicha adaptación, el exigente lector se mostró muy
inconforme, no paró de quejarse sobre
los detalles que faltaban y las escenas que no coincidían con su imaginación.
Entonces expliqué que de eso se trata el cine cuando se
basa en la Literatura, de “ver” cuál es
la experiencia que otro tuvo al leer un libro que le gustó tanto como a
nosotros. Que un libro tiene ese poder maravilloso: es distinto para cada lector.
Incluso, la misma persona podría volver a leer el mismo libro, tiempo después, y descubrir cosas que le habían pasado
desapercibidas. Hace tiempo que mi primogénito
terminó la saga Las crónicas de Narnia
y que dejó de esperar la versión fílmica de la cuarta parte.
Estoy leyendo por segunda vez El león, la bruja y el ropero, ahora
para mi hijo menor; un capítulo cada
noche, como lo hice con su hermano. La
diferencia es que en esta ocasión, el escucha ya ha visto la película no sé cuántas
veces y con frecuencia escucho su
aclaración: –así no es en la película,
mami-. Esta vez he explicado que
alguien, un señor llamado C.S. Lewis, escribió esa historia hace muchos años,
antes de que mamá hubiera nacido, y que
la película se hizo cuando él era un bebé. Lo asombroso es que, a pesar de saber lo que
ocurrirá, nadie se atrevería a decir que este niño disfruta el libro menos de
lo que lo hizo su hermano.
Aquí dejamos algunas
recomendaciones de lectura para que los niños digan: “así no es en la película”.
Charlie y la fábrica de chocolates Roald Dah
Alicia en el país de las maravillas Lewis Carroll
La historia interminable
Michael Ende
La invención de Hugo Cabret Brian Selznick http://lainvenciondehugocabret.grupo-sm.com/index.html
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