El día de hoy les voy a recomendar un libro que para mí ha
sido fundamental como estudiante y maestra. Se llama La Cocina de la Escritura
su autor es Daniel Cassany y lo publica la editorial Anagrama en la Colección
Argumentos.
La magia de este libro reside en su sencillez, va más allá
de los complejos manuales de redacción que uno encuentra cuando busca
información para iniciarse en el arte de la escritura o de los soporíferos
libros prescritos para enseñar a escribir a estudiantes de preparatoria y universidad.
La cocina de la escritura, se salta
todas las obviedades y combate el tedio de algunas explicaciones que en
ocasiones solo erradican el gusto por la escritura.
En el prólogo, Cassany habla de las exigencias de la vida
moderna en el ámbito de la escritura, nos hace pensar en los momentos en los
que el código escrito es nuestra carta de presentación; currículum personal,
queja o reclamación escrita, informe laboral, etc. y pone el dedo sobre la
llaga en cuestiones de escritura al hablar de la escasa formación que se otorga
en la escuela obligatoria para aprender a escribir. El autor lo dice sin rodeos
no encontrarás nada de gramática ni de
ortografía. Mi cocina sólo utiliza productos comestibles. Trata del más allá,
de lo que hay detrás de barbarismos o faltas de ortografía.
El libro consta de dieciséis capítulos que ayudan al lector
a ir trazando un mapa de composición según sus necesidades o intereses
de escritura. Cassany va orientando la
escritura hacia la consecución de algún objetivo en particular, parte de cuestiones simples como lo que hace
que un texto sea legible, o las circunstancias que dan pie a a la escritura, hasta elementos más complicados o profundos como la
estructura de los párrafos, la arquitectura de la frase y la textura escrita. El lenguaje es
accesible e invita a la escritura y la exploración de las ideas, rompe el mito
de que escribir bien es solo para los que tienen el don y nos pone a escribir,
revisar y reescribir hasta conseguir lo que buscamos.
cj
Dice mi esposo que un profesor suyo de la facultad explicaba que éxito de una historia constaba en saber narrarla, que así fuera un cuento de una persona masticando chicle, si la se sabía contar podría ser la más grande historia.
ResponderEliminarVisitaré La cocina de Cassany para buscar ingredientes que me ayuden a mi, para después pasarlo a mis alumnos.
Concuerdo por completo con el comentario, para mí el encanto de la escritura radica en las posibilidades, me encanta Cassany porque la analogía que hace con el oficio de chef o cocinero ilustra muy bien las posibilidades de la escritura, los ingredientes pueden ser los mismos, pero es la forma en la que se utilizan la que hace que el escrito resulte o no. Cuando quieras mi copia de la Cocina de la escritura, por aquí la tienes ;)
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