septiembre 10, 2012

No te fíes de Mercurio


En la larga odisea que pasó Ulises para volver a casa, se encontró con Circe quien convirtió a sus compañeros en marranos. Pero el buen Hermes le advirtió al héroe y le aconsejó para evitar el encantamiento de la maga.  “¿En qué situación habrías querido que Mercurio te  ayudara, mamá? … Yo hubiera querido que me advirtiera en una partida de ajedrez en la que me comieron a la reina con un alfil”. He aquí una respuesta que prometí a mi hijo mayor:
Hermes, llamado Mercurio por los romanos, es el dios que ahora llamamos Internet. Controla la comunicación humana, distribuye los mensajes instantáneamente y por supuesto, regula el comercio. Me parece que ya no usa alas en los pies, y pasó de ser un dios menor a ser el dios supremo de nuestro siglo.
Internet pone todo de cabeza cuando decide castigar a los hombres.  Si la red ‘se cae’ nos parece que todo se ha perdido. Debe ser por eso que nuestra conducta es un continuo tributo, lo llevamos a todas partes con nosotros, en teléfonos celulares que nos permiten consultarlo en cualquier momento. Pero ¡cuidado!, debes recordar que los dioses son caprichosos y que mientras más poder ostentan más peligrosos se vuelven.
Te recordaré otra linda historia de la mitología griega. El titán Prometeo amó tanto a los hombres que les entregó un preciado tesoro que los olímpicos les tenían vedado: el fuego. Este elemento, dada su naturaleza destructiva, estaba prohibido a los hombres, aparentemente por precaución. Sin embargo, otro motivo tenían los dioses; el fuego es  símbolo de la razón, así que convenía a los dioses mantenerlo lejos de la mano humana pues, el hombre que es dueño de su razón no puede ser controlado y no teme a ningún dios.  Prometeo fue duramente castigado por andar dándoles a los hombres lo que no debían tener, pero su sacrificio le dio a la especie humana la libertad.
Tal vez Zeus haya buscado la manera de recuperar el control del fuego e invistiera a Hermes de sus nuevos poderes para conseguir su propósito.  No sé, hijo, creo que en estos tiempos hay que tener cautela con Mercurio y sospechar de él,  asegurarse de que sus consejos son en favor nuestro. En cambio te diré que me gustaría que fueras heredero de Prometeo, que recibas el fuego creador y te apartes de su uso destructivo, que seas libre y no sucumbas al encantamiento de dios alguno.
sd

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